Has encendido una llama
que ahora me cuesta apagar,
iniciaste un gran incendio
que hasta me podría matar.
Han ardido y se han quemado
aquellos malos recuerdos,
veo volar esas cenizas
arrastradas por el viento.
Tú has prendido esa velita,
ahora hazte responsable:
no me dejes en las ruinas
vivir sola y miserable.
Pese a tu característica chispa, Tania, en este poema se aprecian las dos caras del amor, la de la pasión desmedida y luego la del apagón.
ResponderEliminarUna súplica como tantas que se dan cada día...
¡Te mando, por si acaso, 20 velitas!
:)
Besos y abrazos para ti.
¡Que estés bien!
jaja buena la de las velitas XD
EliminarGracias por tu visita, Jose. Besos***
Princesa ese es un buen poema. Felicitaciones por ese juego de emociones
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