Ya no me importa
nada tu vida,
¿acaso creíste
siempre me tendrías?
siempre me tendrías?
Ya se me ha esfumado
por ti todo amor
puesto que esto nunca
fue cosa de dos.
No recuerdo cuando
yo dejé de ser
de ti dulce esclava
cual tu perro fiel.
Más mucho me alegra,
pues soy libre al fin
y ahora tú sientes
lo que yo sentí.
En estas historias de desamor y decepción, se sufre demasiado porque la víctima suele tardar mucho en darse cuenta de la realidad.
ResponderEliminarTras la ruptura queda también ese deseo de que la otra persona vea lo que perdió, aunque por lo general esto no ocurre porque ni aman ni padecen...
Me ha gustado el poema, Tania. Se te dan bien los alegres y los tristes.
Buena semana!!!!
José