Vuelve a estos ojos marrones
esa, tu mirada esquiva,
¿no sabes que con mirarme
todo el día se me ilumina?
Ven y mírame a los ojos,
hablemos con la mirada,
sin decir una palabra
ya me tienes fascinada.
Déjame clavar mis ojos
en los tuyos, tan profundos;
que cuando te estoy mirando
las horas se hacen segundos.
esa, tu mirada esquiva,
¿no sabes que con mirarme
todo el día se me ilumina?
Ven y mírame a los ojos,
hablemos con la mirada,
sin decir una palabra
ya me tienes fascinada.
Déjame clavar mis ojos
en los tuyos, tan profundos;
que cuando te estoy mirando
las horas se hacen segundos.
:)
ResponderEliminar¡Qué bonito Tania! Me gustó mucho
ResponderEliminarUn besote
Ambas miradas parecen especiales: una porque sugiere y la otra porque ama.
ResponderEliminarMe ha gustado el poema.
Un abrazo, Tania.
José
Pao y disfruto tus versos Tania
ResponderEliminarUn abrazo
Stella
http://calzandosentimientos.blogspot.com/